¿En qué consiste el proyecto?
En evaluar el impacto que tiene el uso de laboratorios virtuales online en asignaturas de ciencias básicas en grados de Salud (Fisioterapia, Odontología y Enfermería).
¿Cuándo se desarrolló la idea? ¿Cómo?
Desde hace unos años están proliferando artículos sobre el uso de estas aplicaciones en física, química, biología... De hecho, en mayor o menor medida, todos los integrantes del grupo habíamos utilizado alguna vez aplicaciones virtuales, y pensamos que su inclusión explícita en el currículo podía ser muy positiva, y además encajaba perfectamente con los objetivos de la convocatoria de la beca, y es que el uso de los laboratorios virtuales no sólo permite aplicar un modelo educativo híbrido, sino que se enmarca dentro de la corriente constructivista de la enseñanza que busca fomentar un aprendizaje activo y significativo.
¿Su principal fortaleza?
El éxito de las herramientas TIC y TAC depende, en buena medida, de cómo se integren en el plan de estudios, y el alumnado debe ser consciente de que hay una serie de objetivos generales comunes a muchas asignaturas. Por ello, creo que nuestra principal baza es haber formado un equipo de investigación con docentes de diferentes perfiles, capaces además de impartir diferentes materias. Esa flexibilidad nos permitirá afrontar con garantías muchos de los objetivos de nuestro proyecto. Asimismo, el hecho de que haya laboratorios virtuales que pueden ser útiles en diferentes áreas de conocimiento hace necesario contar con profesionales de diferente formación para sacarles el máximo partido en cada caso. En este sentido, también veo necesario que nuestros estudiantes sean conscientes de la estrecha relación que existe entre todas las disciplinas científicas: cualquier área de conocimiento es multidisciplinar y el progreso científico es siempre interdisciplinar.
¿Cómo impacta en los estudiantes?
Los estudiantes de Salud suelen mostrar una escasa motivación hacia las asignaturas de ciencias básicas (biofísica, bioquímica, biología, microbiología, fisiología, anatomía, etc.) ya que las ven como materias muy alejadas de su futura realidad profesional. Por eso pensamos que utilizar los laboratorios virtuales nos permitirá dinamizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, y así conseguir que los estudiantes adquieran las conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales que les brindaremos en estas asignaturas y que, más pronto que tarde, tendrán que utilizar para seguir formándose y para convertirse en profesionales competentes. Además, el uso de este tipo de herramientas fomenta el aprendizaje autónomo y la autoevaluación, que son competencias imprescindibles para un profesional del siglo XXI.
¿Cuánto esfuerzo es necesario para poner en marcha y desarrollar una idea así?
Hace falta tiempo, dedicación y debate para llegar a concretar una idea muy general en un proyecto de investigación coherente y realista. Por suerte, en nuestro caso contábamos con una buena base, con la experiencia docente diaria y, sin duda, con la ilusión de continuar mejorando nuestras metodologías docentes. Si lo que uno se propone es algo que considera apasionante, el proceso es muy estimulante pese a las muchas versiones de la propuesta, los cambios, las dificultades… Pese a todo, aunque conseguir que la idea cristalice en algo tangible es siempre un reto, ponerla en práctica siempre requiere ideas complementarias que suelen ser igual de creativas, o más. Así que el esfuerzo para desarrollar el proyecto e ir superando las dificultades será mucho mayor que en la planificación.
¿Cómo ves el futuro de la educación? ¿Crees que dentro de unos años ya no existirán las clases presenciales?
Las herramientas online están permitiendo llegar a un mayor número de estudiantes con diferentes situaciones personales y profesionales (por ejemplo, que no pueden desplazarse regularmente a un campus). Y, desde luego, la posibilidad que brinda Internet permite tener en cuenta estilos y ritmos de aprendizaje muy diferentes, lo cual se traducirá en un mayor éxito académico a nivel global.
Sin embargo, personalmente espero que nunca desaparezcan las clases presenciales. Creo que la enseñanza presencial y la enseñanza a distancia son perfectamente complementarias y se combinan sinérgicamente, con lo que sustituir una por otra empobrecería la calidad de la enseñanza. En cambio, lo que hay que analizar es cómo encajar adecuadamente estos dos enfoques. Se trata, en mi opinión, de ir sumando herramientas y perspectivas educativas, no de sustituir unas por otras.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes -si existen- del ámbito híbrido?
El b-learning se beneficia de los aspectos positivos tanto de la formación presencial como de la formación a distancia, como por ejemplo el contacto directo docente-discente y la flexibilidad horaria. Sin duda, considero que hay muchas ventajas inherentes a este tipo de formación mixta, siempre y cuando la integración en la programación didáctica se lleve a cabo de forma adecuada. Este es el punto crucial que marcará el devenir de la aplicación de esta metodología. El resto de posibles inconvenientes se irá solucionando conforme generalice este tipo de enseñanza: falta de experiencia de docentes y de estudiantes, dependencia de la infraestructura informática, dificultades con estudiantes que tienden a perder la concentración más fácilmente…
En nuestro caso particular, las ventajas son abrumadoras: los laboratorios virtuales son plataformas interactivas que se adaptan a diferentes estilos y ritmos de aprendizaje, fomentan el trabajo en equipo, son motivantes, implican menos costes que los laboratorios tradicionales, fomentan la creatividad y un aprendizaje más autónomo, permite repetir las experiencias tantas veces como sea necesario al ritmo de cada estudiante, y permiten al docente llevar a cabo actividades de laboratorio sin tener que cambiar de aula ni montar el dispositivo experimental.
24 abril 2024
