Son muchos los niños que se ponen a llorar cuando ven una bata blanca. Una vez entran en la consulta, comienzan a sentir un miedo que no pueden superar fácilmente. Este hecho ha animado a la asociación de estudiantes de medicina de la Universidad Europea, en colaboración con la dirección del Departamento Clínico de la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud, a poner en marcha -por segundo año consecutivo- esta iniciativa para que los niños pierdan el miedo a ir a la consulta. Más de 70 niños y niñas, hijos de empleados de la universidad, tuvieron la ocasión de ser médicos por un día y disfrutar de una jornada diferente junto a sus padres.

Durante la jornada, celebrada el pasado sábado 20 de febrero, alrededor de 80 niños de entre 3 y 6 años, aprendieron algunos aspectos básicos relacionados con la salud a través de la «curación» de sus propios peluches que trajeron de casa como si fueran sus pacientes. De esta forma, los niños lograron  entender mejor el trabajo de los sanitarios y se familiarizaron de otra forma con las atenciones médicas que reciben.

Vestidos como doctores, con bata y fonendoscopio, actuando como médicos por un día, descubrieron en qué consisten algunas de las actividades básicas de los médicos como la auscultación cardíaca, el vendaje o el lavado de manos, entre otras. Los niños también recibieron información sobre la importancia de una buena alimentación, la higiene y los principales órganos del cuerpo humano.